En la penúltima jornada de la Jornada Mundial de la Juventud, el 5 de agosto, la Conferencia Episcopal Española ha querido agradecer, en el Hotel Júpiter de Lisboa, la “buena acogida, acogida, comida y toda la ayuda” de Cascais a los miles de peregrinos españoles que optaron por quedarse en el municipio durante el evento.
Los jóvenes -y todos los que participaron en la JMJ- se repartieron, por la noche, entre familias de acogida, colegios y pabellones deportivos, contando siempre con el apoyo de voluntarios y de Cascais en general.
Presidida por Juan Omella, la Conferencia Episcopal Española fue la más representada en el condado por esteen cada rincón de Cascais, había banderas españolas, inundaciones de jóvenes “nuestros hermanos” y frases como “somos los vecinos de al lado”.
"Después de estar en Cascais, solo puedo decir dos palabras en nombre de todos: "Amén" y "Aleluya"", dijo Juan Omella.
Además de la ceremonia que incluyó un almuerzo, también hubo un lugar para que la Conferencia Episcopal Española ofreciera regalos a Carlos Carreiras, alcalde de Cascais, a representantes de voluntarios de Cascais, al estafador y a otros miembros del municipio.
“Muchas gracias, fue una bendición para nosotros, no solo haber recibidoel Santo Padre en Cascais por primera vez, pero también haber ayudado a nuestra joven comunidad a aumentar su espíritu”, concluyó Carlos Carreiras.
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