Con el color verde, símbolo de la esperanza, el Papa dio el aporte final a un mural que es expresión del encuentro entre múltiples realidades diferentes, con el tema “Vida entre mundos”.
El 3 de agosto quedará en la memoria como un día histórico para Cascais. La visita de Su Santidad el Papa Francisco sitúa a Cascais en el centro del mundo, acogiendo a un Papa por primera vez en la historia. Además, el mural de 3,5 km que se preparó para la ocasión batió récords y ahora es reconocido como el mural más grande del mundo.
En la sede de las Scholas Occurentes, que visitó durante la mañana, le preguntaron al Papa qué sintió al ver el mural durante su viaje, a lo que respondió: “Transformaron el caos en cosmos”. “El sentido de las cosas eres tú quien lo das, a través de los mensajes que transmites y del camino que recorres”, prosiguió, en conversación con los jóvenes presentes.
El interior de las Scholas de Cascais, continuación del mural, se llenó por completo de multitud de dibujos, colores y pinturas. El trabajo conjunto impresionó al Papa Francisco, quien rápidamente lo elogió: “Esta pintura es la Capilla Sixtina pintada por todos ustedes”.
Al igual que el mural, que constituye un “camino conjunto”, las Scholas, que promueven la obra de arte, también son esenciales para el crecimiento individual y colectivo. “Las Scholas se ponen en marcha, hacen respetar y escuchar. Te muestran el camino a seguir. Es un encuentro donde caminamos todos juntos, sin importar el país o la religión, y eso es constructivo, como estos 3,5 km de mural que prepararán”, concluyó el Papa, quien también hizo su aporte a la pieza, coloreando el lienzo con pintura verde, símbolo de esperanza.
Y eso es precisamente lo que era el mural. En los últimos dos meses, miles de personas han hecho posible esta pieza. Las contribuciones de “jóvenes por más tiempo”, voluntarios de Cascais, pacientes de hospitales, presos, personas sin hogar, equipos del Ayuntamiento de Cascais y muchos otros sirvieron para representar diferentes realidades y la vida que existe entre mundos.
El mural acompañó el viaje del Papa Francisco a Cascais: las primeras figuras, rodeadas de un vasto cuerpo humano, comenzaron a verse en la Avenida Dom Nuno Álvares Pereira, en Estoril, decorando el camino desde las calles que conducen a Cruzeiro, hasta la Avenida Marginal , el Centro de Cascais y la Bahía y Ciudadela hasta, finalmente, la Sede de las Scholas Occurentes en Cascais.
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